Uno de los facilitadores de un proyecto ágil, Hector, propuso un ejercicio de activación después del almuerzo, uno de los días de un agile inception. La actividad requiere desinhibirse y genera un resultado de activación excelente, razón por la que quise anotarla y compartirla.
Juego clave:
Piedra, papel o tijera (cachipun, en Chile. Usaré este término ya que es más corto).
Los roles posibles:
1. Serpiente
2. Sapo/rana
3. Mono/simio
Las reglas:
- Inicialmente tod@s son serpientes, por lo tanto, deben andar por el suelo como serpientes, recorriendo el espacio físico.
- Cuando se encuentren con otra serpiente, deben jugar cachipun, y el que gane evolucionará a sapo/rana y deberá recorrer el espacio físico con la postura y movimientos del mismo. El que pierda seguirá siendo serpiente y seguirá recorriendo el espacio físico como tal hasta que gane un cachipun con otra serpiente para que pueda evolucionar.
- Los sapos/ranas recorrerán el espacio físico con postura y movimientos de sapo/rana hasta encontrarse con otro sapo/rana y jugaran cachipun. El ganador evolucionará a mono/simio y ajustará su postura y movimientos a los que tiene este animal. El perdedor irá un paso atrás en la evolución, convirtiéndose nuevamente en serpiente (postura y movimientos) y deberá continuar buscando serpientes según la dinámica descrita anteriormente.
- Deben continuar las posturas y movimientos del animal que corresponda según vayan ganando (evolucionando) o perdiendo (yendo un paso atrás en la evolución) los juegos de cachipun, hasta que quede un único mono/simio o el facilitador decida dar por terminada la actividad luego de un tiempo prudente.
Ajusté un poco algunas reglas, por ejemplo:
Cuando una serpiente evoluciona a sapo/rana y luego pierde, volviendo a ser serpiente, si pierde de nuevo como serpiente sale del juego. No pasará esto si aún no se ha evolucionado ni la primera vez. Lo ajusté para que tod@s en su conjunto sigan participando en la actividad y no se conviertan en observadores, intimidando quizás a los demás o distrayéndose, o peor aún, generando sensación de perdida definitiva.
Es posible que no se logré el punto final donde quede un único mono/simio, ya que tod@s continúan participando. Con esto, evitamos que el cierre de la actividad sea bajo las dinámicas tradicionales de un único ganador.
Al final, tod@s podemos caer pero siempre tendremos oportunidad de levantarnos de nuevo. La competitividad nunca termina, y quizás sea mejor buscar oportunidades de colaboración dónde podamos evolucionar juntos, en vez de querer estar sobre los demás.